Acompañen a su amigo Jorge Aquije con el cuento de hoy ......
El monje que se atrevió a levantar a una geisha
Existe una historia antigua en el budismo zen sobre la búsqueda de iluminación, que retrata muy bien lo que hoy llamamos "obsesión".
Dos monjes estaban viajando juntos por un camino lleno de barro, bajo la espesa lluvia. En una parte del camino, se encontraron con una hermosa mujer vestida con un kimono de seda, incapaz de cruzar el camino. "Vamos, joven dama", dijo el mayor de los monjes, levantó a la mujer en sus brazos, la llevó por encima del barro y continuó con su camino. El monje más joven, se quedó en silencio hasta bien entrada la noche, cuando los dos monjes encontraron alojamiento en un templo. Entonces, no pudo contenerse más y tuvo que hablar: "Hermano", dijo el joven monje. "Nosotros, los monjes no nos acercamos a las mujeres, sobre todo si son jóvenes y hermosas. Es peligros ¿por qué hiciste eso?. El monje mayor respondió: "Yo dejé a la chica en el camino", "en cambio tú todavía la llevas en la cabeza". (*)
Muchas veces, cuando alguna persona nos hace daño, o en el trabajo, nos hace un comentario mal intencionado, nos quedamos con ese pensamiento, que afecta nuestro desempeño, y la persona que hizo ese comentario, está sin el menor remordimiento, dado que muchas veces son de mala intención, pero no dejemos que esos comentarios o situaciones, definan nuestra vida, no carguemos con ese peso, durante todo el día porque eso es lo que busca esa persona mal intencionada, y esas ideas se convierten en "obsesión" que nos atrapan y no nos dejan ser libres y seguir desempeñandonos bien en nuestro trabajo.
Alejemos de esos pensamientos, que no se transformen en obsesión, no elijamos que nuestra seguridad se tambelee, pensemos de forma diferente, no dejemos de creer en nosotros mismos, y en lo que hacemos, y recuerda nadie puede hacernos sentir inferior si nuestro consentimiento.
(*) Tomada de PNL, David Molden y Pat Hutchinson, Pearson, 2009
El ser humano tiende a almacenar en su mente todos los mensajes negativos más rápido que los positivos; y estas siempre se convierten en un virus que no nos deja avanzar al punto de ¨Obsesionarnos¨ (entendida desde la psicología como; una perturbación anímica producida por una idea fija, que constantemente asalta a nuestra mente) con esos mensajes y/o experiencias negativas. No permitamos ser víctimas de nuestros pensamientos y ser libres desprendiéndonos de la esclavitud que nos impusimos cuando tomamos la responsabilidad de nuestros pensamientos y nuestras acciones. Solo, cuando deseamos reconocer que somos nosotros los que creamos pensamientos negativos, entonces crearemos también las positivas.
ResponderEliminarMuchas gracias por ese comentario Magaly, es muy cierto lo que dices, el obsecionarte por algo, hace que pierdas claridad en el pensamiento, te esclaviza, debemos despertar de ese pensamientos que nos hacen daño, dejarlos ir, y vivir cada momento, cada circunstancia, disfrutar cada dia de nuestra vida, y luchar por lo que más queremos, reconociendo que nos equivocamos, que fallamos, pero aprendimos, limpiemos nuestro espíritu, dejemos aquello que nos ata, y que no nos deja avanzar, sólo así podemos ver claramente a donde queremos ir, y entandamos que es lo más importante para nuestra vida.
ResponderEliminar